Sin decirme ni una sola palabra más, tira fuerte de mí
hacia dentro de casa empujándome escaleras arriba. No necesitamos palabras para
que ella se dé cuenta de lo que me pasa, sabe que estoy mal y la necesito a mi
lado.
-¡Mamá! Ahora después bajamos- grita desde lo alto de
las escaleras para que nuestra madre nos escuche en el comedor.
Me mete en el baño todavía a empujones, cierra la
puerta con cerrojo y me sienta en el wc, mientras enciende el grifo y empapa
una toalla de agua para pasármela por la cara y quitarme el maquillaje que
sobra.
-Cuéntame todo lo que ha pasado cariño, no quiero verte
mal- me dice suavemente, terminando con un emotivo abrazo entre nosotras-. Te
ayudare en todo lo que pueda.
No se por donde empezar a contarle la historia y
tampoco tengo muchas ganas de volver a pensar en ello, pero decido acabar
cuanto antes y resumo la historia lo máximo posible.
-El amor es mi único problema, no se conformarme con lo
que tengo sino que me enamoro de otro y al final le termino haciendo daño
porque sin terminar con mi novio ya he empezado otra historia- le cuento
empezando a llorar de nuevo por todo el dolor que me producen todos esos
recuerdos-. Y lo peor de todo es que he terminado diciendo a Mike las palabras
más horribles que podrían salir de mi boca tan solo para alejarle de mí, aunque
en lo más profundo de mi corazón sé que quiero estar siempre a su lado porque
sin el no puedo ser feliz.
-Eres demasiado joven para pensar en el amor, cielo- me
responde acariciándome las mejillas para borrar el rastro de las nuevas
lagrimas que caen por mi cara-. Deberías disfrutar del momento y seguir lo que
te dicte tu corazón- añade y con esta ultima frase posa su mano encima de mi
pecho-, sin arrepentirte tanto por lo que pase en el camino. La vida es muy
corta y hay que vivir cada momento al máximo.
Sus palabras me hacen reflexionar, sé que lleva razón
pero es muy fácil escuchar sus palabras y muy difícil convertirlas en la
filosofía de mi vida. Suelo preocuparme demasiado por todos mis actos y el cambiar
eso ahora me costaría muchísimo. Lo que antes estaba muy decidida de hacer,
ahora se ha vuelto muy confuso en mi cabeza y me arrepiento de tantas cosas que
han ocurrido esta semana que mi corazón se esta partiendo en pedazos. Solo
tengo una cosa clara, quiero terminar con Diego y empezar de nuevo, todo lo que
ocurra después será cosa del destino.
-Cielo, como ya veo que estas mejor- me dice al ver que
asoma una pequeña sonrisa en mi cara tras mi nueva decisión-, creo que
deberíamos ir bajando a comer- hace una pequeña pausa, para después añadir algo
que consigue que mi sonrisa aumente al máximo-. Abajo nos esta esperando papá y
mamá con la prima Astrid.
Bajo corriendo las escaleras y cuando llego al comedor
me encuentro a mi prima sentada en la mesa, con Lucia entre sus brazos.
Conserva su larga melena pelirroja ondulada por encima de la cintura, pero en
esta ocasión se ha dejado el flequillo a un lado, y de su cara no desaparece ni
un solo segundo la preciosa sonrisa que le dedica a mi pequeña hermana. Cuando me
ve aparecer por la puerta su sonrisa aumenta y devuelve a Lucia a los brazos de
mi madre para salir corriendo a mi encuentro y darme un fuerte abrazo.
-¡Sandra! Mi querida prima- me dice sin dejar de
abrazarme y con cierta emoción en la voz-. Como te he echado de menos.
Para cuando quiero darme cuenta ya he empezado a
llorar, y esta vez no es por nada de lo que haya ocurrido esta semana, sino que
lloro de la emoción por volver a ver a mi prima desde hace tanto tiempo, mi
prima a la que tanto quiero y siempre he estado tan unida a ella.
-¡Mi niña! ¿Qué te pasa?- me pregunta preocupada al
darse cuenta de que estoy llorando.
-No es nada, no te preocupes- la respondo abrazándola todavía
aun mas fuerte-. Solo es la emoción de volver a verte.
-Te quiero pequeña- añade dándome un suave beso en la
frente.
La comida transcurre en perfecta armonía recordando los buenos
momentos que pasamos juntas en el pasado y también algún que otro recuerdo del
presente, sin mucha importancia. En algunos momentos de la comida noto que la
brillante mirada de mi prima se apaga, cosa que me resulta muy extraña porque
es una persona muy alegre y nunca la he visto triste, pero decido no preguntar
por ahora, ya tendré tiempo de conversar luego con ella y preguntarle que es lo
que la ha pasado que la duele tanto.
Al acabar de comer recogemos la mesa y subimos mi
prima, Lidia y yo a mi habitación para descansar un rato y hablar de todas
nuestras cosas. Ya arriba nos sentamos en mi cama, con la habitación medio a
oscuras y ponemos música.
-Bueno, ponnos al día con toda tu vida en Francia-
termino diciendo para empezar una conversación.
-Pues la verdad es que no me puedo quejar, los estudios
de enfermería me van muy bien, tanto que voy sacando matriculas en casi todo.
Con la familia también todo bien, creo que mejor que nunca. Y lo demás pues
bien, como todo en general- finaliza con un tono de tristeza en la voz, sin
mencionar a Marius ni una sola vez.
Creo que tras no mencionarle ya sé que es lo que va mal
en su vida y hace que sus ojos estén tan tristes. Tras unos momentos de duda
decido preguntárselo, a ver si la puedo ayudar en algo y su alegría de siempre
vuelve a estar presente en su mirada.
-¿Y con Marius que tal todo?- pero tras pronunciar el
nombre me doy cuenta del fallo que he cometido, sus ojos se empañan y empieza a
llorar mientras se tapa la cara con las manos.
-No pequeña…- le dice mi hermana abrazándola-. ¿Qué ha
pasado?
-No llores más Astrid- añado apenada uniéndome al
abrazo.
Pasados unos cuantos minutos mi prima se termina
calmando y consigue dejar de llorar tras unos costosos esfuerzos. Se separa
unos centímetros, me mira, mira a mi hermana después y nos da un fuerte abrazo
a las dos.
-Gracias, gracias por estar a mi lado siempre que lo
necesito- exclama con la voz cortada.
-Y nunca dudes de que estaremos a tu lado- añade mi
hermana-. Ahora cuéntanos todo lo que ha pasado y seguro que encontramos una
solución.
Al principio Astrid esta dudosa de empezar a hablar,
pero finalmente se arma de valor y empieza a contarnos todo lo que ha ocurrido.
-Hace unos días estábamos preparando las vacaciones y
los dos estábamos muy felices de irnos unos días juntos a solas, pero todo eso
cambio cuando me ofreció irnos con sus padres en vez de todo lo que teníamos
planeado- hace una pequeña pausa y coge aire antes de volver a continuar-. Yo
no quise esas vacaciones, no porque no quiera a sus padres, sino porque ellos
no me quieren a mí porque dicen que no soy una mala influencia para su hijo y
que vamos demasiado rápido con nuestra relación- los ojos se la vuelven a
empañar y empieza a caer alguna lagrima del dolor-. Después de eso tuvimos una
gran discusión y dimos nuestra relación por terminado, pero yo le quierooo-
añade alargando la ultima palabra-. Y no soy capaz de imaginarme una vida en la
que él no esté presente.
Dicho todo esto vuelve a empezar a llorar, pero esta
vez no puede evitar que su lloro se convierta en llanto. Ella le quiere y no se
puede imaginar una vida sin el… Seguro que hay una solución para todo esto, yo
la voy a encontrar y no me voy a dar por vencida. Ellos nunca se han debido
separar y mi prima va a volver a ser feliz de nuevo y para siempre.
-Tengo una buena idea- exclamo cuando noto que se me
enciende una bombilla en la cabeza-. Esta noche nos vamos a ir de fiesta para
curar todos nuestros males.
-Gracias por todo Sandra, pero esta noche necesito
descansar- me responde ya mas calmada-. Pero mañana te prometo que saldremos un
rato- añade forzando una pequeña sonrisa.
-Está bien, lo único que queremos es verte bien.
Y terminada esta conversación me dispongo a salir de la
habitación para ponerme manos a la obra con todos los planes que tengo en
mente. Ya cuando me encuentro en la calle saco del bolsillo del pantalón el
móvil de mi prima, que he conseguido quitarle sin que se dé cuenta, y me
dispongo a hacer una llamada de la que no se puede enterar nadie, al menos por
ahora. Y también espero que todo esto salga bien y las cosas vuelvan a estar
tan bien como antes.