miércoles, 15 de febrero de 2012

Capítulo 16


Los primeros rayos de sol de la mañana entran por la ventana despertándome unos cuantos minutos antes de que suene mi despertador y empiece un nuevo día, por lo que me levanto de la cama y me tomo todo con tranquilidad para el buen día que me espera. Debería haberme sentido culpable por besar anoche a Mike pero la verdad es que no tengo ni una pizca de resentimiento, fue él el que empezó y yo le seguí pero fue uno de los besos mas bonitos que me han dado nunca. Mi historia con Diego ya esta terminada desde hace mucho tiempo, solo hace falta hacerlo oficial y así poder seguir adelante con nuestras vidas. No me extrañaría que Diego, con lo ligón que es con todo el mundo, se hubiese besado mas de una vez con cualquier otra chica. Y si me pongo a pensarlo no siento celos ni me duele que lo hubiese hecho como me hubiese ocurrido en el pasado, ahora soy muy feliz y nada me impide tener a todas horas una gran sonrisa en mi cara.

Me dirijo a la ducha mientras voy cantando algunas estrofas de mis canciones favoritas, el agua empieza a salir congelada mientras poco a poco se va calentando y me meto bajo la alcachofa mientras el agua va cayendo lentamente por mi cabeza. Termino de ducharme a los pocos minutos sin dejar de cantar ni un solo segundo, hoy me siento muy feliz. Vuelvo a mi habitación para vestirme, hoy con unos pitillos vaqueros azul claritos y una camiseta negra de tirantes con lentejuelas del mismo color y también rosas. Me cojo el pelo en una alta coleta de caballo y me calzo con unas preciosas bailarinas también negras antes de salir de la habitación, para dirigirme de nuevo al baño a pintarme un poco el colorete, la sombra de los ojos rosa clarito y brillo de labios que consigue resaltármelos.

Como todavía tengo tiempo antes de dirigirme al trabajo entonces me caliento un tazón de leche para desayunar, acompañada de cereales. Después de ello me lavo rápidamente los dientes y cojo una fina rebeca negra antes de salir a la fresca mañana de la calle.

El camino hacia el trabajo se hace entretenido mientras divago entre mis pensamientos, en los cuales sale sobre todo Mike. Ese beso que me dio fue tan especial que no consigo quitármelo ni un solo segundo de mi cabeza y en realidad tampoco quiero olvidarlo, fue tan mágico que con solo pensarlo ya siento mariposas revoloteándome por el estomago. No quiero ni pensarlo pero creo que Mike me esta empezando a gustar mas de lo que jamás hubiese llegado a imaginar, sé que le conozco desde hace muy poco pero él ha sabido tratarme correctamente y hacerme feliz, como nadie había conseguido hacerme sentir así en mucho tiempo. Cuando estoy a su lado puedo ser perfectamente yo, no tengo que intentar ser otra persona para gustar a los demás y eso me gusta mucho, me gusta estar acompañada de su presencia en todo momento y quiero que esto pueda ser así algún día a todas horas.

-¡Sandra!- oigo que alguien me llama a mis espaldas mientras me dirijo por la calle hacia la tienda. Cuando me doy la vuelta y veo con quien me encuentro, aparece una gran sonrisa en mi cara sin poder evitarlo.

-¡Mike! Hola- le digo parándome en mitad de la calle para esperarle, mientras él se me acerca corriendo a toda velocidad.

Cuando Mike me alcanza finalmente los dos nos quedamos parados sin saber como actuar, se me pasa por la cabeza darle un beso en los labios pero lo termino desechando rápidamente, al menos por ahora, y me acerco a él para darle dos besos como saludo.

-Sandra, quería preguntarte algo- me dice dudoso acariciándose la sien con el dedo índice.

-Claro, lo que tu quieras- le respondo con una amplia sonrisa, mientras me entra la curiosidad y a la vez también el temor por lo que pueda preguntarme justamente ahora.

-¿Qué paso anoche? ¿Por qué te separaste de golpe cuando nos estábamos besando y te fuiste sin dar ni una sola explicación?- me pregunta a carrerilla sin dejar de frotarse la sien.

No sé que responder exactamente a su pregunta, esto es algo complicado para mi. Decido darle la espalda para que entienda que no quiero hablar sobre ello, pero antes de darme tiempo a moverme él me agarra de los brazos y se planta ante mi, obligándome a mirarle a los ojos.

-Necesito una respuesta Sandra, llevo toda la noche pensando en ello y no he conseguido sacar nada en claro- lo único que me apetece en estos momentos es volver a besarle pero sé que no puedo porque, si en algún momento se entera de la verdad, esto va a hacerle mucho daño ya que puede pensar que estoy jugando con el y no quiero que esto ocurra nunca-. Y no me digas que no te gustó el beso porque sé que fue todo lo contrario, fue muy especial y no lo puedes negar porque sé que sentiste lo mismo que yo- añade, por lo que solo me queda darle una respuesta.

-¡Mike! Tengo novio- le respondo un poco brusca, con miedo de hacerle daño y que no me vuelva a hablar. Sé que no debería habérselo dicho de esta forma pero se merece conocer la verdad y que no haya secretos entre nosotros, no puedo ocultarle esto eternamente, pero puede que alguna vez me arrepienta de todo lo que he hecho y de no haber sabido de la forma adecuada.
Compruebo como se le abre la boca a Mike a causa de la sorpresa ante estas ultimas palabras, sus manos terminan resbalando por mis brazos y su mirada se torna de tristeza.

-No me lo puedo creer, pensaba que tú eras diferente- me dice, ahora cabreado y sin ni siquiera mirarme a la cara-. Has estado jugando conmigo, pero me alegro de haberme dado cuenta de que eres como todo el mundo antes de que sea demasiado tarde, solo piensas en ti- añade resentido, consiguiendo hacerme mucho daño con sus duras palabras.

-Mike, no es lo que tu piensas- le digo con las lagrimas a punto de caerme por las mejillas. Siempre me pasa lo mismo y termino haciendo daño a la gente que mas quiero en el mundo. Sabia que esto terminaría ocurriendo en algún momento y ahora lo lamento todo. Mike no me ha dejado otra opción, he tenido que decirle la verdad pero necesito explicarme para que lo entienda todo, si acaso me deja hablar.

-No necesito saber nada mas, ya me lo has aclarado todo- me responde bruscamente y se dirige rápidamente hacia la tienda sin esperarme ni dejarme hablar.

Me quedo durante unos cuantos parada, sin fuerzas para moverme mientras las lagrimas caen velozmente por mis mejillas. Por mi cabeza aparecen todos los recuerdos que me han ocurrido durante los últimos cinco días y como ha cambiado mi vida desde que empecé este trabajo y conocí a Mike, todo está patas arriba y nunca antes había estado tan confundida como lo estoy ahora. Me seco las lágrimas y me armo de valor para empezar mi jornada laboral, aunque en este momento lo que mas me gustaría es poder refugiarme de todo lo que ha pasado y volver a la vida real cuando todo estuviese por fin solucionado.
Cuando entro en la tienda ya se encuentra allí la señorita Claudia, por lo que me dirijo al almacén para ponerme rápidamente la camiseta y empezar a trabajar lo antes posible porque lo que menos me apetece es tener ahora también una bronca con mi jefa.

El transcurso de la mañana se me hace horroroso, tengo muchas ganas de llorar de nuevo por todo lo ocurrido pero en este momento no puedo permitírmelo. También tengo muchas ganas de hablar con Mike y explicarle toda la verdad pero estando su madre delante no puedo hacerlo y me preocupa no poder hablar con él hoy y tirarme todo el fin de semana distanciada de él sin haber podido solucionar las cosas entre nosotros.

Los minutos van pasando mientras no paro de trabajar y atender clientes, parece ser que vienen juntos todos los clientes que han pasado por aquí durante la semana entera porque no tengo ni un solo segundo de descanso mientras corro de un lado para otro. Según se va acercando el mediodía van disminuyendo los clientes que pasan por la tienda y apenas una hora antes de terminar mi jornada laboral la señorita Claudia se ausenta durante un buen rato de la tienda, por lo que me decido a aprovechar para hablar con Mike pero entonces me doy cuenta de que hace un buen rato que no le veo y no tengo ni idea de donde se ha podido meter.

Miro por todos los rincones de la tienda pero no consigo verle, me asomo a la calle y ni rastro de él; asique como ultima opción que me queda me dirijo hacia el almacén a ver si consigo encontrarle pero cuando pienso que ya se ha ido y no voy a conseguir verle me doy cuenta de que detrás de unas cajas hay un mechón de ese pelo castaño que tanto me gusta.

-¡Mike!- le llamo mientras me acerco lentamente hacia él-. ¿Se puede saber que haces ahí metido?

-Te lo puedes imaginar- me dice finalmente asomándose a través de tantas cajas-, no me apetecía hablar contigo después de todo lo que ha pasado.

-No te comportes como un crio Mike- le respondo un poco brusca-. Necesito explicarte todo y no solo por ti sino también por mí.

-Esta bien- y de repente me fijo en su cara y me doy cuenta de que ha debido estar llorando porque tiene los ojos brillantes y colorados.

-Todo es una larga historia y el principal protagonista eres tú- empiezo intentando encontrar las palabras adecuadas para darle a entender que en ningún momento he querido hacerle daño-. Empecé a salir con mi novio hace seis meses y al principio todo era maravilloso, pero últimamente las cosas han cambiado entre nosotros y no estamos bien, aunque me daba miedo admitirlo- hago una pequeña pausa en la que trago saliva antes de continuar de nuevo-. Nuestra historia se acabó hace mucho tiempo y no me he dado cuenta hasta que te he conocido, tú has conseguido hacerme realmente feliz, como nunca nadie lo había conseguido antes; pero también tú has conseguido que logre sentir unas cosas muy bonitas que no había conseguido experimentar con nadie en el pasado. Quiero cortar con mi novio pero todavía no he encontrado la oportunidad de hacerlo y la verdad es que tengo miedo de como pueda reaccionar- le explico a toda velocidad, pero llegado este momento decido hacer  otra pausa, dudosa de si debería decir lo que tantas ganas tengo de contarle pero me asusta sacarlo a la luz, hago acopio de valor y finalmente lo suelto todo-. Creo… Creo que estas empezando a gustarme de verdad.

Mike, que me ha estado escuchando atentamente durante todo el discurso que le he dado sin interrumpirme en ningún momento, al oír estas ultimas palabras se queda boquiabierto, sin saber como reaccionar ante lo que sus oídos acaban de escuchar. Primero se pasa las manos por la cabeza para echarse el pelo hacia atrás y un segundo después se empieza a acercar a mi lentamente, como si no supiese que hacer realmente. Me acaricia la mejilla suavemente con su mano, me mira fijamente a los ojos mientras noto que los tiene todavía mas brillantes que antes y poco a poco se va acercando mas aun a mí.

Se lo que va a pasar y creo que esta vez si que debería evitarlo hasta que haya puesto fin a mi relación con Diego pero, por mucho que no quiera que ese beso vuelva a ocurrir, no soy capaz de alejarme porque tengo tantas ganas como él o incluso mas de volver a juntar nuestros labios. Sin poder evitarlo ahora si me empiezo a sentir un poquito culpable porque debería haber terminado con Diego antes de haber empezado otra historia, en realidad Mike ha tenido la culpa de que quiera acabar con mi novio pero también es verdad que esto debería haber acabado mucho antes y que si no fuese por Mike nunca habría tomado la decisión correcta. Nuestros labios continúan acercándose mientras mis pensamientos desaparecen poco a poco alejando cualquier duda sobre volver a versar a Mike, vamos cerrando los ojos lentamente y nos vamos transportando a un nuevo mundo en el que reinan los cuentos de hadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario