martes, 13 de diciembre de 2011

Capítulo 1

El despertador me sobresalta mientras los primeros rayos de sol calientan mis mejillas, es hora de despertarme para el gran día que me espera. Por fin he conseguido acabar el bachillerato y aunque no tengo unas notas excelentes pues no me preocupa porque ahora mi mayor preocupación ahora es que me salga bien todo lo que me propongo para tener el futuro con el que siempre he soñado.

Estoy ansiosa de empezar a trabajar hoy en la tienda de ropa en la que me han contratado y sé que este no es el sueño de muchas adolescentes pero sí el mío, porque gracias a este trabajo me poder pagar los estudios de arte dramático y así conseguir cumplir mi sueño de toda la vida.

Me acuerdo que desde que era muy pequeña siempre me gustaba actuar pero mi vergüenza me ha jugado malas pasadas y por eso mismo nunca fui capaz de intentar cumplir mi sueño antes, ni siquiera apuntándome a las obras que representaban en mi colegio o en mi instituto. Pero ahora todo ha cambiado y aunque sigo teniendo la misma vergüenza que antes pues he decidido intentar cumplir mi sueño para ser feliz. ¿La razón de este cambio en mí? Pues la verdad es que la única razón es el nacimiento de mi hermana Lucía porque ella ha conseguido sacarme una sonrisa siempre que pensaba que nada en el mundo tenía sentido, ella ha conseguido que me parase a pensar que siempre hay que intentar ser feliz por muy difícil que sea. Todo se lo debo agradecer a mi hermanita porque estos cinco últimos meses desde su nacimiento han sido los mejores de mi vida y nunca voy a poder olvidar la sonrisa que tenía en la cara cuando yo no paraba de llorar por lo mal que lo estaba pasando con los estudios, consiguiéndome sacar una sonrisa desde el llanto más profundo.

Bueno voy a dejarme ya de recuerdos del pasado y voy a meterme corriendo en la ducha porque no quiero llegar tarde a mi primer día de trabajo.

Terminada ya de ducharme me seco rápidamente y me visto con unos sencillos pitillos y una camiseta de manga corta blanca con el dibujo de una rana y finalmente me pongo unas zapatillas Mustang azul marino Miro la hora del reloj y me doy cuenta de que ya se me está haciendo tarde así que me cojo el pelo rápido en una cola de caballo y bajo corriendo las escaleras a por una naranja para comérmela en el camino hacia el trabajo.

La casa está muy silenciosa a estas horas asique supongo que mi padre ya se ha debido de ir a trabajar a la oficina y mi hermana mayor todavía sigue durmiendo al igual que mi madre y Lucia, que no creo que aguante mucho más así porque seguro que pronto se despierta porque tiene hambre y se les acabara el chollo de dormir a todas con el llanto de mi hermana.

Cuando por fin me decido a salir a la calle una ráfaga de viento consigue ponerme los pelos de punta y tengo que volver a meterme en casa para coger una sudadera para no pasar frio en el camino hacia el trabajo. Como odio este tiempo, tanto frio que hace a estas horas y luego cuando vuelva a casa seguro que me aso de calor.

Mientras voy andando por la calle en dirección al metro decido ponerme los cascos para escuchar música de mi móvil y así conseguir calmar mis nervios por el día que me espera. Hoy es el primer día en el que voy a trabajar porque siempre había estado tan centrada en aprobar los estudios que no me había puesto a trabajar y seguro que este año tampoco lo habría hecho si no hubiese decidido estudiar arte dramático, ya que hace unos meses mis planes eran distintos y lo que pensaba hacer era estudiar derecho como mi padre en la universidad aunque no hubiese necesitado trabajar porque habría pedido una beca.

Me monto en el metro y aunque todavía sigo escuchando música decido estar atenta en las paradas hacia las que me dirijo para no saltarme la parada en la que me tengo que bajar.

Cuando por fin llego hacia mi destino me levanto de mi asiento y salgo del metro para dirigirme a la salida. Miro la hora en el reloj y veo que ya son las 8:55, asique debo darme prisa para no llegar al tarde al trabajo ya que en 5 minutos empieza mi jornada laboral.

Cuando salgo de la parada de metro me empiezo a poner muy nerviosa y empiezo a correr hacia el trabajo ya que lo que menos quiero hacer es llegar tarde mi primer día. Y 3 minutos más tarde me encuentro ante la puerta de la tienda que será mi primer trabajo durante los próximos meses, pero hay un inconveniente, todavía no ha venido nadie a abrirla.

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