viernes, 27 de enero de 2012

Capítulo 14


Parece que hace muy buena tarde con este sol que calienta el ambiente, pero lo mejor de todo es que no es un sol agobiante sino que es bastante agradable. El camino hacia la tienda se me hace muy rápido y pronto me encuentro ante la puerta esperando a que llegue la señorita Claudia y abra, ya que he llegado unos minutos antes de la hora. Me siento en un banco mientras termino de comerme el bocadillo de jamón con tomate que me ha hecho mi madre, después me como una deliciosa mandarina y  me meto en la boca un delicioso chicle de fresa de esos que tanto me gustan.

A los pocos minutos y sin que yo me lo espere me encuentro con que también se acerca hacia aquí el chico rubio tan guapo que tanto me impresiono el otro día en la tienda y sin poder evitarlo aparece una pequeña sonrisa en mi cara. Él al verme me corresponde con otra sonrisa provocando sacarme los colores sin poder evitarlo.

-¡Hola Sandra!- me dice Alex acercándose a darme dos besos-. Por fin te veo de nuevo.

Y al momento llega la señorita Claudia que se dispone a abrir la tienda mientras nosotros la seguimos adentro y nos ponemos las camisetas de la tienda para empezar a trabajar rápidamente.

-Chicos, espero que os las apañéis solos por aquí- nos dice la dueña de la tienda mientras se dirige al almacén sin mirarnos-. Si necesitáis algo estoy en el almacén haciendo las cuentas sobre los productos.

Cuando desaparece Alex y yo nos miramos sonriendo felices por no tener que aguantar su presencia durante un rato.

Me dirijo a colocar las prendas de ropa de un rincón mientras Alex está en otro lado de la tienda, pero finalmente nos acercamos para hablar y entretenernos un rato a la vez que vamos trabajando.

-Bueno, y ¿Qué te ha traído a trabajar en esta tienda?- me pregunta con una preciosa sonrisa mientras coloca alguna prenda en los altos estantes a la vez que me mira.

-Pues resulta que quiero estudiar arte dramático pero me gustaría costearme mis estudios sin tener que depender de mis padres, ya que a mi padre no le hace mucha gracia esta idea mía de ser actriz porque quiere que estudie derecho como él- le respondo mientras sigo trabajando-. Bueno, ¿Y a ti que ha sido lo que te ha deparado trabajar en esta tienda?- añado con curiosidad.

-Porque necesito trabajar ya que me he mudado desde Barcelona para estudiar aquí Tafad, ya que este siempre fue mi sueño pero por unas cosas u otras todavía no había podido cumplirlo hasta ahora y necesito el trabajo para pagar la universidad, el piso y todas las cosas que conllevan vivir solo en esta gran ciudad.

-Ya decía yo que te veía con muchos musculitos- le respondo soltando una risita que se termina convirtiendo en nerviosa a causa de mi respuesta pero finalmente compruebo que él también termina riéndose.

-No te creas que estoy tan fuerte solo porque quiera estudiar eso, suelo ir mucho al gimnasio y me encanta hacer deporte siempre que puedo- exclama sonriendo  y entonces me enseña sus fuertes bíceps en los brazos.

-Vayaaa- le respondo sin saber como seguir ya que sin darme cuenta me encuentro tocándole suavemente sus fuertes brazos-. Bueno, me estoy dando cuenta de que tú no aparentas mi edad para empezar este año la universidad. Entonces, ¿Cuántos años tienes?- añado deseando cambiar de tema porque no me siento en esta situación.

-Pues tengo veinte pero empecé estudiando ingeniería en la universidad de Barcelona pero rápidamente me di cuenta de que no era realmente lo que quería hacer y he decidido cambiarme para poder hacer lo que me gusta- me responde sonriendo-. Asique finalmente tu y yo estamos aquí para poder cumplir nuestros sueños de estudiar lo que realmente deseamos- añade acariciándome la mejilla mientras me mira fijamente a los ojos, pudiendo comprobar de esta forma que tiene unos muy bonitos ojos azules de los que fácilmente me podría quedar embobada, pero que en esta ocasión no puedo ya que hay alguien que ronda en mi corazón y no le puedo olvidar en ningún segundo de los que estoy acompañada de Alex

-Parece ser que sí- le respondo nerviosa mientras aparto la vista y me dirijo hacia el cliente que acaba de entrar en la tienda para que este momento de tensión se acabe-. ¿Puedo ayudarle en algo?- pregunto a una señora regordeta de pelo rubio corto y rizado que está mirando las prendas que se encuentran al lado de la puerta.

La tarde sigue transcurriendo mientras no paramos de colocar ropa y atender a clientes. Parece ser que las tardes son mas ajetreadas que las mañana y aunque esto está ahora mas entretenido yo prefiero las mañanas para poder estar con Mike. Alex es muy agradable y parece buen chico pero las cosas con Mike son diferentes y el tiempo a su lado parece mágico y como si fuese un bonito sueño sacado de un cuento de hadas del que no quiero despertar, como desearía tenerle delante mía y poder darle un fuerte abrazo que consiga que me olvide de todo lo que últimamente me está haciendo sufrir, aunque él también sea una de las razones de mi sufrimiento.

En ese momento aparece la señorita Claudia que nos encuentra colocando las prendas pero pone mala cara y se acerca a nosotros para corregirnos como las estamos doblando, ya que parece ser que no es la forma correcta.

La tarde sigue transcurriendo mientras Alex y yo seguimos trabajando de un lado para otro y de vez en cuando hablamos de algunas cosas sin mucha importancia, pero lo realmente raro de la tarde es que no me acuerdo ni un solo segundo de Diego mientras tengo cerca mía a Alex aunque de quien si me acuerdo a cada segundo que pasa es de Mike, que cada vez tengo mas ganas de verle. Esta puede que este siendo la mejor tarde de mi semana ya que no he tenido ganas de llorar ni un segundo y tampoco ha aparecido Diego para hacer uno de sus comentarios y jodérmela.

-Me gusta como te queda el pelo rizado- dice de repente Alex a la vez que me sorprende su amable comentario y porque pensaba que no se había dado cuenta de mi cambio de look respecto al otro día que nos vimos-. La verdad es que hoy estas realmente guapa.

-Gracias- le respondo sonriendo mientras también me empiezo a  poner un poco colorada.

-Seguro que te has puesto tan guapa por algún chico, ¿verdad?- añade mientras se me queda mirando, logrando sorprenderme de nuevo porque este comentario si que era el que menos me esperaba.

-Va a ser que en esto te equivocas- digo finalmente sonriendo tras pensar durante un rato que decir-. Bueno, la verdad es que siempre que me arreglo es porque hay alguien de por medio pero en esta ocasión no es así.

-¿Ah no?- pregunta curioso-. Y, ¿esta vez a qué se debe? Si puede saberse claro- concluye guiñándome un ojo.

La verdad es que este chico sabe como sacarme realmente los colores pero, por muy agradable que este siendo conmigo y por muy atractivo que sea también, en esta ocasión solo se va a quedar esto en nada más que unas simples palabras y a lo mejor puede que una amistad.

-Pues todo esto la verdad es que sí tiene que ver con algunos chicos pero no como tú te piensas porque últimamente me han hecho sufrir mucho, por eso mismo hoy he decidido ponerme guapa y no para gustarles a ellos si no para gustarme a mí- le respondo finalmente aunque deseando cambiar de conversación.

-Eso me gusta, pero…- dice aunque en esta ocasión no sonríe- si algún chico ha conseguido hacerte daño entonces no merece la pena y no debe conseguir que tu derrames ni una sola lagrima por él- añade volviendo a acariciarme la mejilla mientras me vuelve a sonreír.

-Tienes razón pero los acontecimientos no son tan fáciles como decir unas cuantas palabras- le contesto intentando apartarme de nuevo, no porque no me sienta a gusto en su compañía sino porque no quiero tener a otro chico que aparezca en mi vida y también me haga daño-. Gracias por tus palabras, has sido muy agradable- añado sonriéndole yo también.

Los minutos siguen pasando y cada vez se me hace más eterna la tarde aunque cuente con la compañía de Alex, pero en realidad siento que cada vez tengo más ganas de que se acabe el día y poder volver a ver así a Mike a la mañana siguiente. Pero hay una gran complicación en todo esto, van pasando los días y yo todavía no he pensado en qué decirle a Diego para que nuestra relación se termine y las cosas acaben bien entre nosotros, sin ningún problema. Debo pensarlo rápidamente para así poder seguir con mi vida y no tener que pensar más en el cuando quiera hacer cualquier cosa. Aunque me da que para poder terminar aquello que empezó hace tanto tiempo tendré que esperar a la semana que viene ya que este fin de semana no quiero pensar en nada relacionado con ello, sino que quiero disfrutar al máximo con mi prima después de tanto tiempo sin verla.

De repente mi felicidad aumenta cuando miro el reloj y compruebo que tan solo me quedan quince minutos de trabajo, por lo que cojo fuerzas y empiezo a colocar toda la ropa que aun esta descolocada y atiendo a los últimos clientes que se encuentran por aquí.

Cuando ya tan solo quedan cinco se nos acerca la señorita Claudia para decirnos que ya podemos ir preparándonos para irnos.

-Bueno, pues espero volver a verte muy pronto Sandra- me dice Alex acercándose a mí cuando ya me dirija hacia el almacén a guardar una caja llena de ropa y a quitarme la camiseta de la tienda-. He pasado una agradable tarde en tu compañía.

-Yo también lo he pasado bien- respondo mientras se acerca a darme dos besos de despedida-. Ya nos veremos en otra ocasión- añado dirigiéndome de nuevo hacia el almacén para acabar finalmente mi jornada laboral.

Coloco la caja con la ropa en un rincón y me dirijo a mirarme en un espejo que encuentro para colocarme el pelo. Después me escondo un poco entre las cajas para cambiarme de camiseta y que nadie me vea, pero aun así una persona logra sorprenderme cuando menos me lo espero.

Alguien se acerca sigilosamente a mi cuando me encuentro de cara a la pared, me tapa dulcemente los ojos con sus grandes manos y me da un suave beso en la mejilla que consigue ponerme los pelos de punta ya que nadie me ha dado nunca un beso de esta forma tan bonita.

-¡Hola princesa!- me dice al oído en un susurro-. ¿Sabes quien soy?- añade a la vez que reconozco su voz, esa voz que tenía tantas ganas de oír, esa voz que he anhelado a cada segundo de este día, esa voz que tanto me gusta y que siempre consigue llenarme de felicidad, esa voz que esta consiguiendo que finalmente termine enamorándome poco a poco de su portavoz aunque a veces intente luchar contra ello.

jueves, 26 de enero de 2012

Capítulo 13


Hace un día muy soleado y yo camino hasta introducirme por las aguas cristalinas del lago que tengo en frente de mis ojos. Hoy hace un calor de estos que agobian mucho, por lo que el agua fresca del lago es un gusto. Las preciosas cascadas que me encuentro al fondo me transmiten tal relajación que solo se experimenta muy pocas veces. Voy introduciéndome poco a poco en el lago pero cuando el agua me llega un poco mas arriba de la cintura entonces me detengo para poder apreciar el paisaje tan bonito que tengo a mi alrededor. De repente alguien me sobresalta por la espalda mientras me abraza y me empieza a besar por el cuello, entonces me voy a dar la vuelta para poder ver quién es cuando de repente oigo un extraño ruido a lo lejos.

El timbre de casa consigue despertarme de este bonito sueño que estaba teniendo. Me levanto todavía adormilada y me pongo las chanclas pero termino poniéndomelas del revés, por lo que me las quito y finalmente bajo a abrir la puerta descalza y tropezándome a cada paso que doy, tanto que casi acabo bajando las escaleras rodando. Juro que mato a la persona que esta llamando tan insistentemente a la puerta y que encima ha conseguido despertarme justo el único día que podía descansar hasta que yo quisiese.

-¡Ya era hora!- dice mi hermana Lidia cuando abro finalmente la puerta y me la encuentro parada ante mí-. Se me habían olvidado las llaves en casa y ya pensaba que no habría aquí nadie y me tendría que quedar esperando en la puerta hasta que llegase alguien.

-Pues ya podrías haberte acordado, que me has despertado- la respondo con un poco de mal humor mientras entra por la puerta.

-Anda, anda, si ya casi es mediodía- me dice riéndose de mi mal humor de recién levantada.

-¿Cómo? ¿Ya es tan tarde?- la pregunto sin creerme que haya podido dormir tanto-. Aun así me has despertado en la mejor parte del sueño, iba a descubrir quien era la persona que me estaba besando en el cuello- continuo haciéndola ver que aun sigo un poco cabreada, a lo que ella responde con una carcajada.

-Creo que estás muy necesitada cariño- me responde y se dirige después hacia la cocina.

-Si me esperas a que me duche entonces desayunamos juntas- la digo subiendo ya por las escaleras.

-Vale, pero date prisa que tengo hambre.

Me doy una ducha relajada con agua muy caliente, como a mi me gusta. Quince minutos después me dirijo hacia mi habitación a vestirme, pero el buen humor con el que me he levantado consigue que tenga ganas de arreglarme un poco aunque solo vaya a trabajar esta tarde. Por lo que finalmente me pongo unos shorts blancos con una camisa rosa palo ceñida y unas sandalias del mismo color. Me dirijo de nuevo al baño a secarme el pelo pero también me apetece ir hoy un poco diferente, con lo cual termino echándome espuma para rizarme el pelo. Siempre que me encuentro de buen humor me gusta pensar en mi y arreglarme, por tanto hoy  no voy a dejar que nada ni nadie me fastidie el día asique me prometo no pensar en nada relacionado con el amor.

Cuando bajo a la cocina me encuentro con que mi hermana ha preparado churros con chocolate para que desayunemos las dos, tienen muy buena pinta por lo que me dispongo a sentarme rápidamente en la mesa para empezar a comérmelos.

-¿Dónde están mamá y Lucía?- pregunto curiosa porque no las he visto.

-Ha ido a llevar mama a Lucía al medico porque tenia revisión, no creo que tarden mucho en llegar- me responde y aunque veo que las cosas están mejor entre nosotras creo que todavía la va a costar un poco asimilar a la pequeña Lucía-. Bueno, ¿Y como es que te has puesto hoy tan guapa? ¿No iras a ver a alguien especial?- me pregunta cambiando de tema.

-Nooo- respondo y suelto una carcajada-. Creo que me merezco arreglarme de vez en cuando aunque no vaya a ver a nadie especial.

-Por supuesto, y me alegro muchísimo de que lo hayas decidido- me dice sonriendo.
Seguimos hablando durante un rato más hasta que por fin terminamos de desayunar y nos ponemos a recoger los platos e utensilios que hemos utilizado.

-Creo que se me ha olvidado decírtelo-me dice Lidia cuando estoy a punto de salir por la puerta-. No hagas planes para este fin de semana.

-¿Ah no? ¿Ya has pensando tú en algo?- la pregunto curiosa.

-Viene la Prima Astrid desde París y se va a quedar con nosotros.

-No me lo puedo creer, eso es una noticia genial- añado llena de felicidad porque Astrid es mi prima favorita y llevo muchísimo tiempo sin verla.

Mi prima tiene 19 años y es un poco rebelde, siempre lo dice todo el mundo, pero también es muy agradable y buena persona. La verdad es que la tengo que agradecer muchas cosas porque ella fue una de las personas que me ayudo a decidirme para que finalmente saliese con Diego y, aunque ahora todo eso ha cambiado y no quiero seguir con él, todavía debo agradecérselo porque he pasado unos meses muy bonitos y los recuerdo como unos de los mejores de mi vida. Mi prima y yo siempre hemos estado muy unidas al igual que con mi hermana y hemos compartido muchos momentos juntas, tanto que de pequeñas nos llamaban las tres mellizas como en la serie de televisión. Pero desde que hace casi ocho años se fue a vivir con sus padres a Francia porque a mi tío le trasladaron en el trabajo siempre la he echado mucho de menos y he extrañado los momentos que pasábamos juntas, pero aun así siempre que tenemos la oportunidad nos vemos y hablamos prácticamente todas las semanas.

Astrid es bastante alta y tiene una gran melena pelirroja y rizada que la llega por la cintura, también tiene un cuerpo de Barbie y unos preciosos ojos azules, el deseo de cualquier chico pero ella ya esta cogida desde hace cuatro años con su novio Marius y parece ser que esta historia es seria y terminaran llegando lejos, como desearía yo también encontrar a alguien y poder ser tan feliz como mi prima.

Subo a mi habitación para hacer la cama y colocarla un poco ahora que tengo tiempo y no sé que hacer. Mientras estoy terminando oigo que mi madre llega a casa, por lo que salgo corriendo para ver a mi hermanita y cogerla en brazos.

-¿Cómo está la cosita mas bonita de esta casa?- la pregunto al cogerla y darla un gran beso en la mejilla-. Por cierto mamá, hoy no me prepares comida- digo ahora dirigiéndome hacia mi madre.

-¿Y eso? ¿Has quedado con tu novio?- me pregunta sorprendiéndome.

-No es eso, mamá- respondo con la voz un poco amarga-. Dentro de un rato me tengo que ir a trabajar asique me llevare un bocadillo y me le comeré por el camino- añado con una sonrisa para que mi madre no sospeche nada.

-Esta bien, pero de todas formas te le tengo que preparar- me dice dirigiéndose hacia la cocina-. Quédate un rato con Lucía mientras yo te hago el bocadillo.

Me dirijo hacia el salón con mi hermana y pongo los dibujos para entretenerla mientras la hago cosquillas y pedorretas en la tripa a la vez que ella se ríe a carcajadas. Me encanta pasar el rato con ella, de esta forma siempre tengo una gran sonrisa.

-Sandra, ten cuidado de no alterarla mucho no sea que vaya a vomitar todo lo que ha comido- me dice mi madre todavía desde la cocina, y un segundo después, ya en la puerta del salón, añade-. Toma tu bocadillo y no te retrases mucho esta noche para la cena.

-Está bien- respondo levantándome del sillón y dándole a Lucia a mi madre para que la coja en brazos.

Vuelvo a subir a mi habitación para coger el móvil y el monedero pero justo cuando estoy a punto de salir se me ocurre una idea y me dirijo al baño para pintarme un poco la raya de lo ojos y la sombra, a la vez que me añado un poco de brillo en los labios. Para estar realmente guapa lo tengo que estar en todos los sentidos y así me dirijo de nuevo al trabajo pensando en lo que me deparara la tarde y quien será quien me acompañe hoy en la tienda o si me volverá a tocar estar de nuevo sola con la señorita Claudia, pero una cosa sí tengo clara, hoy voy a ser feliz y nada ni nadie me va a fastidiar el día.

miércoles, 25 de enero de 2012

Capítulo 12


-¿Se puede saber a qué esperas para cogerme el teléfono?- es lo primero que oigo nada mas aceptar la llamada al octavo timbre, palabras de un Diego muy enfadado.

-O paras el carro o te cuelgo ahora mismo- le respondo mosqueada por su forma de hablarme-. Estaba durmiendo y tú me has despertado- continuo intentando relajarle un poco.

-Está bien- me dice mas calmado-. Pero creo que me debes una explicación por lo de ayer.

-Tienes razón, pero en realidad no sé que decirte- le respondo mientras la angustia se va apoderando de mí.

-Pues algo tendrás que decirme supongo- me dice alzando la voz pero en su tono de voz noto un atisbo de tristeza-. ¿Ya no me quieres? ¿Ni siquiera te atraigo?

-No es eso- y empiezan a rodar las lágrimas por mis mejillas al no saber que decirle exactamente-. Necesito unos días para pensar y así poder aclararme.

-¿Entonces que es? ¿Hay otro?- pregunta gritándome y de esta forma consigue hacerme llorar todavía más porque al oír su pregunta una gran tristeza se anida en mi interior. Mike aparece de repente entre mis pensamientos sin yo poder evitarlo y ahora mismo desearía dar marcha atrás y no haberle conocido porque lo único que ha hecho ha sido traerme problemas y quebraderos de cabeza con lo bien que me iba antes con Diego, pero… debo guardarme mis pensamientos si no quiero hacerle daño.

-¿Por qué tienes que ser tan desconfiado?- le termino diciendo-. No hay nadie y si acaso lo hubiese te lo habría dicho- entonces mis ganas de llorar aumentan por lo mucho que odio mentir a la gente que quiero.

-¡Entonces no entiendo que cojones te pasa!- me responde aun mas cabreado que antes-. Tiene que haber alguna explicación y debes dármela ahora mismo si no quieres arrepentirte- y con estas ultimas palabras consigue que me invada una sensación de miedo que él jamás me había transmitido.

-Diego… no te pongas así por favor- le digo con un hilo de voz-. Es solo que…- e intento alargar el tiempo y que se me ocurra una buena explicación para todo aunque lo único que me sale puede que no sea realmente bueno ni creíble- eres la primera persona a la que he querido realmente y tengo miedo de como puedan evolucionar las cosas. Dame solo unos días para pensar y aclararme, pronto va a estar todo bien entre nosotros, te lo prometo- pero para mi sorpresa parece que diego se lo cree y que incluso se tranquiliza.

-Esta bien cariño- me dice ya sin ninguna furia en el- pero date prisa porque sabes que soy muy impaciente y no voy a aguantar mucho tiempo esperando y sin verte.

-Claro mi amor, no te preocupes- le digo mucho mas nerviosa que cuando empezó la conversación-. Ya hablaremos. Te quiero.

-Y yo- y cuelga el teléfono sin mas.

Esta llamada ha conseguido que aumenten mis miedos y ahora ya si que no sé que hacer. Se supone que había decidido cortar con él porque las cosas no iban bien entre nosotros, pero he hecho todo lo contrario, le he dado ilusiones de que vamos a seguir juntos y encima le he dado a entender que todo esta bien entre nosotros. He cometido un grave problema y ahora no se como solucionarlo, debo cortar esto de raíz pero no se como. Tengo miedo de que si le dejo haga alguna tontería porque sus amenazas de antes han logrado asustarme de verdad, debo pensar en algo para terminar y que no haya problemas después.

Me dirijo al baño a darme una ducha fresca que consiga olvidarme de mis pensamientos pero al final todo termina siendo peor y cuando salgo del baño no aguanto más y estallo en llantos.

-¿Pero que es ese ruido que hay por ahí?- pregunta mi hermana Lidia al oír el escandalo que estoy montando pero, cuando se asoma a la puerta de su habitación y me encuentra llorando en el suelo contra la puerta del baño rodeada todavía por la toalla, sale corriendo hacia mi y me abraza fuertemente.

Nos quedamos un rato abrazadas sin movernos y sin decir nada mientras yo sigo llorando hasta desahogarme por completo, pero ese simple abrazo consigue tranquilizarme y me hace volver a sonreír al pensar que las cosas entre mi hermana y yo pueden volver a ser como antes.

Cuando Lidia se da cuenta de que he dejado de llorar entonces se separa un poco me agarra de los hombros y me mira dulcemente a los ojos, una mirada que hacia mucho que no veía y que consigue conmoverme y anhelar que volvamos a estar tan unidas.

-A ver enana, vamos a hacer una cosa- empieza a decirme-. Primero vas a tu habitación a vestirte mientras yo preparo un chocolate caliente para cada una y después mientras nos le tomamos me cuentas que ha pasado. ¿Vale?

-Vale…- la respondo sin muchas ganas de hablar sobre lo sucedido pero sí con ganas de pasar un rato en su compañía.

Mientras me visto no paro de tiritar como siempre me pasa cuando sufro una gran llorera como la de antes. Después de ello me siento durante unos minutos en la cama para relajarme y cuando ya me siento preparada me dirijo hacia la cocina para tener una larga conversación con mi hermana y puede que hasta incluso consiga las respuesta y la ayuda que necesito ahora mismo.

Al principio nos sentamos en la mesa y hablamos sobre cosas sin importancia como pueden ser su universidad y mi trabajo, pero sin mencionar en ningún momento a Mike, al menos por ahora. Después la conversación se va dirigiendo hacia otros caminos hasta que finalmente llega la pregunta que llevo un buen rato evitando.

-Sandra… ¿Quién ha sido el que te ha hecho llorar de esa forma?- me pregunta preocupada, mas de lo que la había visto nunca conmigo.

-Ha sido Diego, mi novio- respondo tristemente pero sin poder evitarlo añado una frase que ni siquiera sabia que se cruzaba por mis pensamientos-. O puede que haya sido Mike, no lo se.

-Ups pues entonces si que tienes un grave problema, cuando el amor es cosa de tres no puede salir nada bueno- me dice y después se acerca a darme un fuerte abrazo-. Pero tú no te preocupes que todo tiene solución y yo te voy a ayudar.

-Gracias Lidia- respondo mientras la doy un beso en la mejilla-. Nunca te había necesitado tanto como ahora.

-Venga cielo, no te pongas sentimental de nuevo. Sabes que me vas a tener a tu lado siempre.

La tarde continua mientras nos vamos poniendo al día con todas las cosas que nos han ocurrido en estos últimos meses que hemos estado distanciadas. Hablamos sobre todo pero intentamos evitar lo que esté relacionado con el amor, que eso ya tendremos tiempo de contárnoslo en otro momento, un momento en el que me encuentre mas relajada y de mejor humor.

Después de esa tarde en compañía de mi hermana en la que abundan recuerdos y nuevas historias finalmente terminamos cenando en compañía de nuestros padres mientras mi hermana Lucía duerme en su cuna. La cena se convierte en un rato agradable mientras todos terminamos teniendo una conversación en familia. Mis padres se sorprenden un poco al ver a Lidia tan agradable y feliz pero a la vez eso les alegra porque echaban de menos que su hija volviese a ver la niña dulce que era en el pasado.

Después de terminar de cenar y recoger los platos me dirijo a mi habitación, probablemente a dormir después de este día tan largo pero mis planes cambian cuando Lidia me ofrece irnos un rato las dos juntas a correr y yo termino aceptando.

Esto de que me de el aire mientras corro y hablo con mi hermana me sienta bastante bien, consigue aclarar mas o menos todos mis sentimientos. Todo lo malo siempre termina teniendo su parte buena y esto ha conseguido volvernos a unir de nuevo a mi hermana y a mí.

-Bueno, ¿Y ya has decidido algo al respecto sobre lo que vas a hacer?- me pregunta de repente cambiando completamente de tema, por lo que decido arriesgarme y contarle algo más que posiblemente en otro momento me hubiese callado.

-Sé que quiero dejar a Diego porque las cosas han cambiado mucho entre nosotros y creo que ya no le quiero como al principio. Pero…- y hago una pausa temiendo continuar-, creo que esta tarde mientras hablábamos me ha soltado una amenaza y ahora me da miedo lo que pueda hacer si le dejo.

-¿¡Que!?- me pregunta soltando un grito y parándose de golpe-. ¡Que se atreva siquiera a tocarte o decirte algo!- y de repente se me acerca y me coge la cara con sus manos-. No tengas miedo cariño, yo voy a estar a tu lado y no te va a pasar nada malo.

Sus palabras consiguen tranquilizarme bastante, gracias a ella me vuelvo a sentir como una niña pequeña que recibe la protección de sus padres cuando está asustada.

-Gracias, de verdad- concluyo dándole un abrazo.

Después de estar corriendo durante un rato más volvemos a casa y no aguanto un segundo más despierta, por lo que nada mas tumbarme en la cama consigo dormirme después de este día tan largo y complicado en el que he sufrido por todo lo que ha pasado.

martes, 24 de enero de 2012

Capítulo 11


Hoy no tengo problemas para despertarme puesto que mi móvil suena a su hora. Me levanto y me dirijo a ducharme tranquilamente. No sé que habré soñado esta noche porque casi nunca lo recuerdo, pero gracias al sueño he conseguido levantarme relajada y feliz. ¡A ver que me depara el día!

Después de la ducha me dirijo a ponerme unos vaqueros y una camiseta sencilla, acompañado por unas bambas. Hoy por suerte me da tiempo a sentarme en la mesa y desayunar relajadamente, por lo que me preparo unas tortitas con sirope de chocolate y nata.

Cuando termino me dispongo a salir de casa pero antes de ello me pongo ya el reproductor de música del móvil con las canciones que mas me gustan y que así esta sea la mañana perfecta, esa mañana que me ayude a tomar la decisión correcta que me haga feliz de una vez por todas.

El camino se me hace muy rápido escuchando mi música, no me encuentro con ningún contratiempo y llego a la tienda justo a tiempo, pero allí solo me encuentro con la Señorita Claudia.

-¡Buenos días!- digo al entrar por la puerta-. ¿Hoy no viene Mike?- pregunto y entonces me doy cuenta de que cuando las cosas van bien siempre hay algo que las fastidia, voy a extrañar mucho esta mañana a Mike.

-No, le he mandado a hacer unos recados y hoy no estará por aquí- me responde seca por la simple mención de su hijo.

Todo esto hace que me de cuenta de lo feliz que soy siempre que tengo a Mike a mi lado, de forma que me siento todavía aun más confundida por todos mis sentimientos. Algo grande esta creciendo en mi interior hacia Mike pero no quiero que siga, no por ahora, primero tengo que decidir que hago con Diego y puede que me venga bien el no verles por ahora a ninguno de los dos.

La mañana transcurre muy aburrida mientras voy colocando la ropa y atendiendo a los clientes, cómo me gustaría que estuviese aquí Mike para tenerle de compañía pero quizá es mejor así.

En un momento de despiste me quedo mirando fijamente a la señorita Claudia, no entiendo como puede tratar tan mal a su hijo; él, que es tan dulce y agradable; él, que siempre consigue hacerme tan feliz; él, que siempre sabe como sacarme una sonrisa; él, que me hace sentir unas cosas muy bonitas.

Decido seguir con lo mio, deseosa de que acabe el día y por fin pueda volver a casa. Creo que hacia mucho tiempo que no me sentía tan sola ni me aburría tanto como hoy. La señorita Claudia me intimida mucho y siempre que la tengo cerca me pongo muy nerviosa y si a eso le añado el tener que estar sola, con ella como única compañía pues me intimida todavía mucho más. Nunca había deseado tanto tener cerca a una persona como deseo ahora mismo tener a Mike a mi lado. Joder, otra vez que vuelve a aparecer entre mis pensamientos, no sé que me pasa realmente con él y tampoco se si quiero descubrirlo porque ahora mismo me doy cuenta de que por mucho amor que haya sentido por Diego puede que estos sentimientos hacia Mike sean mucho mayores y me asusta como nada me ha asustado antes.

Puede que lo mejor fuese que cortase con Diego antes de hacerle daño pero no tengo ni idea de como hacerlo porque por mucho que intente hacer bien las cosas alguien terminara sufriendo. Necesito pensar como decírselo sin darle a entender nada que no sea real y puede que para ello necesite todavía unos días. Puede que con mi decisión mucha gente piense que le dejo por otra persona pero no es así, quiero acabar con mi relación con Diego porque ya no soy tan feliz con él como lo era antes y si seguimos juntos lo único que vamos a hacer es sufrir porque nuestras necesidades como pareja no son las mismas.

Muchos adolescentes en estas ocasiones no tendrían tantos quebraderos de cabeza porque les gusta la vida loca pero yo soy feliz con que la mía sea sencilla y tranquila aunque al parecer todo esté cambiando últimamente.

Finalmente no puedo evitar que Mike vuelva a aparecer en mi cabeza, esta siendo muy complicado para mi tener a dos personas en las que pensar pero al final en esta vida termina ocurriendo de todo. Puede que hasta incluso todo esto sea bueno porque gracias a Mike me he dado cuenta de cosas que no quería admitir anteriormente por miedo. Mi relación con Diego ya termino hace mucho tiempo porque el solo quiere sexo de mi y yo he perdido el amor que tenia hacia él al principio, deberíamos habernos dado cuenta antes pero estábamos tan acostumbrados a nuestra compañía que ni si quiera se nos pasaron tales pensamientos por la cabeza.

Y cuando acabe con todo esto quiero disfrutar de la vida sin centrarme en concreto en una sola persona como hice los últimos meses, quiero conocer a gente y vivir el momento. Pero a causa de estos pensamientos se me viene de nuevo Mike a la cabeza, ¿Qué hago con el? Creo que estoy empezando a quererle de alguna forma y lo único que se me ocurre es luchar contra esos sentimientos porque en este momento de mi vida en el que voy a acabar una relación no me apetece empezar con otra. Sé que va a ser difícil pero tendré que ser fuerte y no caer en los brazos de Mike cuando le vuelva a tener cerca.

Mi turno laboral se acaba pero cuando me voy a ir de la tienda oigo como la señorita Claudia me llama.

-Sandra, se me olvido decirte que los jueves por la mañana no abrimos asique te espero en el turno de tarde- y cuando termina la frase se da la vuelta dándome a entender que ha terminado y que no va a permitir ninguna queja al respecto.

Vaya pues parece ser que mañana me tocará volver a estar sola, el destino se esta poniendo de mi parte después de tanto desear ayer el poder distanciarme de Mike para aclarar mis sentimientos y que él no me confunda. Pero esto también conseguirá que vuelva a pasar un día aburrido y que encima eche más de menos a Mike.

Me dirijo rápidamente a mi casa deseando poder alejarme un poco de todo lo que me aturde y así centrarme en otras cosas que no tengan nada que ver con el amor.

Al llegar a casa me encuentro con una nota de mi madre diciéndome que se ha ido a comer con Lucía a casa de mi abuela Sofía pero que me había dejado mi comida en la nevera. Rápidamente me entra la curiosidad por saber que comeré hoy pero al abrir la nevera no me hace gracia el encontrarme un plato de judías verdes, la comida a la que mas asco tengo, pero no me queda mas remedio que calentarla en el microondas, echarle grandes cucharadas de mahonesa y comérmela aun dando muchas arcadas.

Después de comer me dirijo hacia mi habitación y me tumbo en la cama pensando en esta tarde tan aburrida que me espera sin hacer nada, al igual que esta mañana tan horrible sola. Según estoy tumbada en la cama mi mente divaga por diferentes lugares y así van pasando poco a poco los minutos hasta que de repente el sonido de llamada de mi móvil consigue que casi me caiga de la cama del susto que me da después de haberme quedado dormida.

Me levanto rápidamente y salgo corriendo para coger el móvil antes de que se corte la llamada, pero cuando veo el nombre que se encuentra en la pantalla se me quitan las ganas de todo y lo que menos me apetece en este momento es hablar con esa persona que tanto insiste en que coja el teléfono.

lunes, 23 de enero de 2012

Capítulo 10


Alrededor de una hora mas tarde me encuentro sola tumbada en mi cama y sin poder parar de pensar en todo lo que ha pasado este día, han sido tantas cosas que ahora me siento muy confundida y no sé que hacer ni hacia que camino dirigirme pero debo tomar rápido una decisión antes de que alguien salga herido.

Primero esta el beso que me ha dado Mike esta mañana, bueno mejor dicho que nos hemos dado porque yo le he seguido el juego. Sé que no tenía que haber ocurrido pero aun así me ha gustado y desearía volver a recibirle aunque sé que eso no puede volver a ocurrir nunca más. Mike esta consiguiendo que aparezcan en mi las dudas que nunca antes había tenido porque yo siempre he sabido que quiero a Diego, pero desde que Mike entro en mi vida creo que me he dado cuenta de que mis sentimientos hacia mi novio han cambiado a la vez que hemos madurado como pareja y vamos adquiriendo cada uno unos deseos diferentes que no tienen nada que ver.

Yo no quiero que mi vida se base siempre en el sexo para tener a mi lado a la persona que quiero y creo que si acepto hacerlo con Diego entonces siempre va a ser todo igual y puede que hasta me obligue a cosas que no quiero con tal de mantenerme a su lado, y lo conseguirá si no paro esto antes de que todo gire hacia un camino del que siempre me arrepienta. Yo le quiero mucho y no quiero que esto acabe pero lo que si es seguro es que no va a durar mucho más nuestra relación si el no cambia, me dolería mucho dejarle después de todo el tiempo que hemos vivido juntos pero si no me queda otra opción vamos a tener que tomar diferentes caminos. De momento creo que es mejor que nos demos unos días para pensar sobre lo que queremos con nuestra relación y así poder aclararnos y volver a la normalidad. Él me ha querido mucho desde que empezamos y siempre me lo ha demostrado, pero ahora ya no se si sentirá lo mismo, muchas veces me hace dudar sobre ello. Yo al respecto sí sé que le quiero y después de todo quiero seguir a su lado, pero desde lo de esta mañana me viene la duda de si realmente le quiero de verdad o nuestro amor ha cambiado y ahora solo le tengo el cariño que puedo tener hacia cualquiera de mis amigos.

Y respecto al beso con Mike, no sé que hacer. Deberíamos mantener las distancias hasta que me aclare sobre lo que siento por Diego porque no quiero que me haga dudar de nuevo. Va a ser todo muy complicado mientras trabajemos juntos pero no me queda otra opción, tendré que decidir lo que hago antes de hacer daño a las personas que quiero.

Ahora me doy cuenta de que Mike ha aparecido en mi vida revolucionándola toda y la verdad es que me da un poco de miedo porque antes tenia las cosas claras y todo era muy tranquilo, mientras que ahora solo tengo dudas y no sé que hacer respecto a ningún asunto. No quiero ni pensarlo pero creo estoy empezando a sentir algo por Mike y no sé que hacer para solucionarlo porque apenas le conozco y esto me asusta. Mike ha conseguido que después de mucho tiempo vuelva a sentirme viva cuando me besan y de que tenga ganas de mas que un simple beso, pero no entiendo por qué esto antes lo sentía con Diego y ahora todo es tan diferente y lo siento por otra persona sin ni siquiera haberlo planeado y encima teniendo ya novio.

-Sandra, la cena ya esta lista- oigo gritar a mi madre desde el piso de abajo mientras me despierta finalmente de mis pensamientos.

Cuando salgo de mi habitación me encuentro con que mi hermana Lidia también sale de la suya echa una furia. Se me acerca y me da un empujón con su mano en mi hombro.

-Mira Sandra solo te lo voy a decir una vez, o me das lo que has cogido del cajón de mi habitación o se van a enterar de ello papá y mamá.

-Ehh, ¿Se puede saber de que me estas hablando?- le pregunto aturdida y sin entender nada-. Yo no te he cogido nada.

-Si claro, encima hazte ahora la tonta. Dame los condones que me has robado- y ahora caigo en la cuenta de lo que me habla mientras no puedo evitar ponerme colorada.

-Esto…si… lo si…siento- le digo a mi hermana tartamudeando-. Ahora mismo te los doy.

-Ahh que encima de no contarme la verdad y cogerlos sin mi permiso, vas y no los utilizas- me dice soltando una carcajada-. Puedes quedártelos, no los necesito. Y si quieres tener una conversación sobre… ya sabes, aquí me tienes- y se da la vuelta de nuevo hacia su habitación.

Esta conversación no me la esperaba y me deja aturdida, es la primera vez en mucho tiempo que mi hermana muestra interés en mí y es un poco amable conmigo. Puede que todo lo que haya pasado hoy tenga una pequeña parte buena. Esto me ha hecho darme cuenta cuanto echaba de menos a mi hermana, por lo que a partir de ahora haré lo que este en mis manos para recuperar el tiempo perdido y que todo vuelva a ser como lo era antes entre nosotras.

Cuando llego a la cocina me encuentro con que mi madre esta dándole el biberón a Lucía mientras mi padre esta cenando.

-Mami, ¿no debería estar ya Lucía durmiendo?- le pregunto extrañada porque es un poco tarde para la cena de mi hermana.

-Si cielo pero hoy no está pasando un buen día y hace un rato no quería cenar.

-Entonces déjame que la termine de dar el biberón y después la acuesto. Mientras cena tú que debes estar cansada- la respondo a mi madre al ver que tiene unas pocas ojeras.

Mis padres siguen cenando mientras yo le termino de dar en biberón a mi hermana y subo a acostarle. Cuando bajo de nuevo a la concina me encuentro con que Lidia también esta cenando y suelta una carcajada al verme, haciéndome pasar una vergüenza terrible por todo lo ocurrido esta tarde pero también me entra miedo porque no quiero que se enteren mis padres del error tan grande que he estado a punto de cometer.

La cena transcurre con poca conversación mientras Lidia no para de reírse a cada segundo.

-¿Quieres parar ya Lidia? Pareces una cría de cinco años- la dice mi padre mosqueado y sorprendido porque hacia mucho que no la veía así.

Después de cenar me dirijo hacia mi habitación y enciendo el ordenador esperando que Paty este conectada al skype y así me cuente eso tan importante que me tiene intrigada. Pero lo que en realidad más deseo es que ella también me escuche y así pueda desahogarme y darme su opinión para que así yo sepa que debería hacer en este caso en el que nunca me he encontrado y del que soy tan inexperta.

Al encender el Skype me encuentro con que Paty ya esta conectada y abre rápidamente una conversación con webcam incluida, pero en la imagen no sale ella sola sino que se encuentra con un chico rubio bastante atractivo que la tiene cogida de la cintura.

-¡Hola pequeña! ¿Que tal estas?- me pregunta al parecer muy feliz.

-Se podría decir que simplemente estoy. ¿Y tú? ¿Qué es eso que tienes que contarme? Me tienes muy intrigada.

-No es eso, es él, se llama André y es alemán- me responde y suelta una carcajada.

-No me lo puedo creer. Pero si tan solo llevas 4 días en Inglaterra- la digo sorprendida-. No nos estará entendiendo nada sobre lo que decimos, ¿no?

-No te preocupes, hablamos siempre en ingles aunque es un rollo. Pero…- y hace una pausa para dejarme con la curiosidad- es muy bueno en la cama- Y vuelve a soltar otra carcajada mientras André empieza a besarle por el cuello.

-¡Estas loca!- exclamo sorprendida por sus palabras-. Yo también he conocido a alguien- suelto casi sin darme cuenta.
-¿Qué?- grita separándose de golpe de André y acercándose rápidamente a la pantalla-. Cuéntame todo con detalles incluidos.
-Se llama Mike y trabajo con él en la tienda de ropa, es el hijo de la dependienta- respondo intentando que no se me vaya el mayor detalle de la lengua.

-¿Solo eso? Seguro que hay algo mas y que además está muy bueno- me dice mostrando ojitos de cordero-. Anda no te hagas la remolona que somos amigas. Porfiii cuéntame todo- y entonces me doy cuenta de que se lo debo contar porque es la única persona en la que confío y que me puede ayudar en mi gran quebradero de cabeza.

-Esta mañana nos hemos besado- suelto mientras un grito al otro lado de la pantalla casi me deja sorda.

-Así me gusta, que vayas prosperando y no te centres siempre en Diego.

-Ese es el problema, esta tarde iba a perder mi virginidad con él pero al final no he podido.

-Joder tía, llevo solo cuatro días fuera y ya me he perdido miles de cosas- me responde pero se da la vuelta un segundo y le da un largo beso en la boca a André.

-¿Y ahora que hago Paty? Llevo toda la tarde pensándolo y ya no puedo más- digo a la vez que me entran unas ganas enormes de llorar al pensar que las cosas parecen tan fáciles para mi amiga y que ella no tiene ninguna preocupación, mientras que yo no sé que hacer con lo que me está ocurriendo.

Al oír mis palabras Paty se da la vuelta y se pone muy seria mientras piensa en la respuesta correcta, que finalmente se convierte en una pregunta.

-¿Tu quieres a Diego?

-Pues claro que le quiero, ¿Por qué no iba a hacerlo?- le respondo sorprendida por su pregunta.

-Entonces no entiendo por qué te estas volviendo loca de esta forma. Si tu le quieres sigue con él pero ya sabes que si no terminas haciendo pronto el amor con él entonces se buscará a otra- me dice siendo un poco dura, pero aun así es la verdad que necesito escuchar aunque no por ello consigue tranquilizarme-. Ten cuidado pequeña, no quiero que sufras ni que te hagan daño- añade con su tono de voz más dulce.

-Pero, ¿y que hago con Mike?- la pregunto volviendo a mi otro problema.

-A ver, ¿Qué te pasa con el? Cuéntame todo.

-Pues que desde que nos hemos besado ya no sé que es lo que siento realmente por Diego pero tampoco sé que es lo que siento por Mike- le respondo mientras las lagrimas empiezan a rodar por mis mejillas por todo el dolor que me transmiten estos pensamientos y las dudas.

-Tienes dos opciones cariño: o sigues con Diego como antes pero arriesgándote a que si no hacéis el amor pase de tu culo, o cortas con él y te diviertes con Mike como Dios manda. Yo opto por la segunda pero eso ya es tu decisión- y de repente se oye un grito a través del ordenador-. Bueno cariño me tengo que ir que he quedado con unos compañeros de la residencia y se me hace tarde.

-Vale Paty, pásatelo muy bien- la respondo triste porque se tenga que ir-. Te quiero mucho.

-Yo también te quiero pequeña y piensa muy bien lo que vas a hacer- dice unos segundos antes de desaparecer de la pantalla.

La realidad es muy dura y me va a volver loca. Finalmente no ha conseguido aclararme nada y encima mañana me toca ver de nuevo a Mike y después de lo que ha pasado no sé ni que decir ni como mirarle. Y con Diego, ¿Qué hago? Estará cabreado por esta tarde y me va a tocar hablar con él rápidamente antes de perderle.

Bueno me voy a ir ya a dormir, mañana será un nuevo día y ya decidiré que es lo que hago con todo. Pero antes de ello me voy al baño a lavarme los dientes y me pongo mi pijama corto, metiéndome unos segundos después dentro de la cama y quedándome dormida rápidamente.