Hoy no tengo problemas
para despertarme puesto que mi móvil suena a su hora. Me levanto y me dirijo a
ducharme tranquilamente. No sé que habré soñado esta noche porque casi nunca lo
recuerdo, pero gracias al sueño he conseguido levantarme relajada y feliz. ¡A
ver que me depara el día!
Después de la ducha me dirijo a ponerme unos
vaqueros y una camiseta sencilla, acompañado por unas bambas. Hoy por suerte me
da tiempo a sentarme en la mesa y desayunar relajadamente, por lo que me
preparo unas tortitas con sirope de chocolate y nata.
Cuando termino me dispongo
a salir de casa pero antes de ello me pongo ya el reproductor de música del
móvil con las canciones que mas me gustan y que así esta sea la mañana
perfecta, esa mañana que me ayude a tomar la decisión correcta que me haga
feliz de una vez por todas.
El camino se me hace muy
rápido escuchando mi música, no me encuentro con ningún contratiempo y llego a
la tienda justo a tiempo, pero allí solo me encuentro con la Señorita Claudia.
-¡Buenos días!- digo al
entrar por la puerta-. ¿Hoy no viene Mike?- pregunto y entonces me doy cuenta
de que cuando las cosas van bien siempre hay algo que las fastidia, voy a
extrañar mucho esta mañana a Mike.
-No, le he mandado a hacer
unos recados y hoy no estará por aquí- me responde seca por la simple mención
de su hijo.
Todo esto hace que me de
cuenta de lo feliz que soy siempre que tengo a Mike a mi lado, de forma que me
siento todavía aun más confundida por todos mis sentimientos. Algo grande esta
creciendo en mi interior hacia Mike pero no quiero que siga, no por ahora,
primero tengo que decidir que hago con Diego y puede que me venga bien el no
verles por ahora a ninguno de los dos.
La mañana transcurre muy
aburrida mientras voy colocando la ropa y atendiendo a los clientes, cómo me
gustaría que estuviese aquí Mike para tenerle de compañía pero quizá es mejor así.
En un momento de despiste
me quedo mirando fijamente a la señorita Claudia, no entiendo como puede tratar
tan mal a su hijo; él, que es tan dulce y agradable; él, que siempre consigue
hacerme tan feliz; él, que siempre sabe como sacarme una sonrisa; él, que me
hace sentir unas cosas muy bonitas.
Decido seguir con lo mio,
deseosa de que acabe el día y por fin pueda volver a casa. Creo que hacia mucho
tiempo que no me sentía tan sola ni me aburría tanto como hoy. La señorita
Claudia me intimida mucho y siempre que la tengo cerca me pongo muy nerviosa y
si a eso le añado el tener que estar sola, con ella como única compañía pues me
intimida todavía mucho más. Nunca había deseado tanto tener cerca a una persona
como deseo ahora mismo tener a Mike a mi lado. Joder, otra vez que vuelve a
aparecer entre mis pensamientos, no sé que me pasa realmente con él y tampoco
se si quiero descubrirlo porque ahora mismo me doy cuenta de que por mucho amor
que haya sentido por Diego puede que estos sentimientos hacia Mike sean mucho
mayores y me asusta como nada me ha asustado antes.
Puede que lo mejor fuese
que cortase con Diego antes de hacerle daño pero no tengo ni idea de como
hacerlo porque por mucho que intente hacer bien las cosas alguien terminara
sufriendo. Necesito pensar como decírselo sin darle a entender nada que no sea
real y puede que para ello necesite todavía unos días. Puede que con mi
decisión mucha gente piense que le dejo por otra persona pero no es así, quiero
acabar con mi relación con Diego porque ya no soy tan feliz con él como lo era antes
y si seguimos juntos lo único que vamos a hacer es sufrir porque nuestras
necesidades como pareja no son las mismas.
Muchos adolescentes en
estas ocasiones no tendrían tantos quebraderos de cabeza porque les gusta la
vida loca pero yo soy feliz con que la mía sea sencilla y tranquila aunque al
parecer todo esté cambiando últimamente.
Finalmente no puedo evitar
que Mike vuelva a aparecer en mi cabeza, esta siendo muy complicado para mi
tener a dos personas en las que pensar pero al final en esta vida termina
ocurriendo de todo. Puede que hasta incluso todo esto sea bueno porque gracias
a Mike me he dado cuenta de cosas que no quería admitir anteriormente por
miedo. Mi relación con Diego ya termino hace mucho tiempo porque el solo quiere
sexo de mi y yo he perdido el amor que tenia hacia él al principio, deberíamos habernos
dado cuenta antes pero estábamos tan acostumbrados a nuestra compañía que ni si
quiera se nos pasaron tales pensamientos por la cabeza.
Y cuando acabe con todo
esto quiero disfrutar de la vida sin centrarme en concreto en una sola persona
como hice los últimos meses, quiero conocer a gente y vivir el momento. Pero a
causa de estos pensamientos se me viene de nuevo Mike a la cabeza, ¿Qué hago con
el? Creo que estoy empezando a quererle de alguna forma y lo único que se me
ocurre es luchar contra esos sentimientos porque en este momento de mi vida en
el que voy a acabar una relación no me apetece empezar con otra. Sé que va a
ser difícil pero tendré que ser fuerte y no caer en los brazos de Mike cuando
le vuelva a tener cerca.
Mi turno laboral se acaba
pero cuando me voy a ir de la tienda oigo como la señorita Claudia me llama.
-Sandra, se me olvido
decirte que los jueves por la mañana no abrimos asique te espero en el turno de
tarde- y cuando termina la frase se da la vuelta dándome a entender que ha
terminado y que no va a permitir ninguna queja al respecto.
Vaya pues parece ser que
mañana me tocará volver a estar sola, el destino se esta poniendo de mi parte después
de tanto desear ayer el poder distanciarme de Mike para aclarar mis
sentimientos y que él no me confunda. Pero esto también conseguirá que vuelva a
pasar un día aburrido y que encima eche más de menos a Mike.
Me dirijo rápidamente a mi
casa deseando poder alejarme un poco de todo lo que me aturde y así centrarme
en otras cosas que no tengan nada que ver con el amor.
Al
llegar a casa me encuentro con una nota de mi madre diciéndome que se ha ido a
comer con Lucía a casa de mi abuela Sofía pero que me había dejado mi comida en
la nevera. Rápidamente me entra la curiosidad por saber que comeré hoy pero al
abrir la nevera no me hace gracia el encontrarme un plato de judías verdes, la
comida a la que mas asco tengo, pero no me queda mas remedio que calentarla en
el microondas, echarle grandes cucharadas de mahonesa y comérmela aun dando
muchas arcadas.
Después
de comer me dirijo hacia mi habitación y me tumbo en la cama pensando en esta
tarde tan aburrida que me espera sin hacer nada, al igual que esta mañana tan
horrible sola. Según estoy tumbada en la cama mi mente divaga por diferentes
lugares y así van pasando poco a poco los minutos hasta que de repente el
sonido de llamada de mi móvil consigue que casi me caiga de la cama del susto
que me da después de haberme quedado dormida.
Me
levanto rápidamente y salgo corriendo para coger el móvil antes de que se corte
la llamada, pero cuando veo el nombre que se encuentra en la pantalla se me
quitan las ganas de todo y lo que menos me apetece en este momento es hablar
con esa persona que tanto insiste en que coja el teléfono.
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