viernes, 27 de enero de 2012

Capítulo 14


Parece que hace muy buena tarde con este sol que calienta el ambiente, pero lo mejor de todo es que no es un sol agobiante sino que es bastante agradable. El camino hacia la tienda se me hace muy rápido y pronto me encuentro ante la puerta esperando a que llegue la señorita Claudia y abra, ya que he llegado unos minutos antes de la hora. Me siento en un banco mientras termino de comerme el bocadillo de jamón con tomate que me ha hecho mi madre, después me como una deliciosa mandarina y  me meto en la boca un delicioso chicle de fresa de esos que tanto me gustan.

A los pocos minutos y sin que yo me lo espere me encuentro con que también se acerca hacia aquí el chico rubio tan guapo que tanto me impresiono el otro día en la tienda y sin poder evitarlo aparece una pequeña sonrisa en mi cara. Él al verme me corresponde con otra sonrisa provocando sacarme los colores sin poder evitarlo.

-¡Hola Sandra!- me dice Alex acercándose a darme dos besos-. Por fin te veo de nuevo.

Y al momento llega la señorita Claudia que se dispone a abrir la tienda mientras nosotros la seguimos adentro y nos ponemos las camisetas de la tienda para empezar a trabajar rápidamente.

-Chicos, espero que os las apañéis solos por aquí- nos dice la dueña de la tienda mientras se dirige al almacén sin mirarnos-. Si necesitáis algo estoy en el almacén haciendo las cuentas sobre los productos.

Cuando desaparece Alex y yo nos miramos sonriendo felices por no tener que aguantar su presencia durante un rato.

Me dirijo a colocar las prendas de ropa de un rincón mientras Alex está en otro lado de la tienda, pero finalmente nos acercamos para hablar y entretenernos un rato a la vez que vamos trabajando.

-Bueno, y ¿Qué te ha traído a trabajar en esta tienda?- me pregunta con una preciosa sonrisa mientras coloca alguna prenda en los altos estantes a la vez que me mira.

-Pues resulta que quiero estudiar arte dramático pero me gustaría costearme mis estudios sin tener que depender de mis padres, ya que a mi padre no le hace mucha gracia esta idea mía de ser actriz porque quiere que estudie derecho como él- le respondo mientras sigo trabajando-. Bueno, ¿Y a ti que ha sido lo que te ha deparado trabajar en esta tienda?- añado con curiosidad.

-Porque necesito trabajar ya que me he mudado desde Barcelona para estudiar aquí Tafad, ya que este siempre fue mi sueño pero por unas cosas u otras todavía no había podido cumplirlo hasta ahora y necesito el trabajo para pagar la universidad, el piso y todas las cosas que conllevan vivir solo en esta gran ciudad.

-Ya decía yo que te veía con muchos musculitos- le respondo soltando una risita que se termina convirtiendo en nerviosa a causa de mi respuesta pero finalmente compruebo que él también termina riéndose.

-No te creas que estoy tan fuerte solo porque quiera estudiar eso, suelo ir mucho al gimnasio y me encanta hacer deporte siempre que puedo- exclama sonriendo  y entonces me enseña sus fuertes bíceps en los brazos.

-Vayaaa- le respondo sin saber como seguir ya que sin darme cuenta me encuentro tocándole suavemente sus fuertes brazos-. Bueno, me estoy dando cuenta de que tú no aparentas mi edad para empezar este año la universidad. Entonces, ¿Cuántos años tienes?- añado deseando cambiar de tema porque no me siento en esta situación.

-Pues tengo veinte pero empecé estudiando ingeniería en la universidad de Barcelona pero rápidamente me di cuenta de que no era realmente lo que quería hacer y he decidido cambiarme para poder hacer lo que me gusta- me responde sonriendo-. Asique finalmente tu y yo estamos aquí para poder cumplir nuestros sueños de estudiar lo que realmente deseamos- añade acariciándome la mejilla mientras me mira fijamente a los ojos, pudiendo comprobar de esta forma que tiene unos muy bonitos ojos azules de los que fácilmente me podría quedar embobada, pero que en esta ocasión no puedo ya que hay alguien que ronda en mi corazón y no le puedo olvidar en ningún segundo de los que estoy acompañada de Alex

-Parece ser que sí- le respondo nerviosa mientras aparto la vista y me dirijo hacia el cliente que acaba de entrar en la tienda para que este momento de tensión se acabe-. ¿Puedo ayudarle en algo?- pregunto a una señora regordeta de pelo rubio corto y rizado que está mirando las prendas que se encuentran al lado de la puerta.

La tarde sigue transcurriendo mientras no paramos de colocar ropa y atender a clientes. Parece ser que las tardes son mas ajetreadas que las mañana y aunque esto está ahora mas entretenido yo prefiero las mañanas para poder estar con Mike. Alex es muy agradable y parece buen chico pero las cosas con Mike son diferentes y el tiempo a su lado parece mágico y como si fuese un bonito sueño sacado de un cuento de hadas del que no quiero despertar, como desearía tenerle delante mía y poder darle un fuerte abrazo que consiga que me olvide de todo lo que últimamente me está haciendo sufrir, aunque él también sea una de las razones de mi sufrimiento.

En ese momento aparece la señorita Claudia que nos encuentra colocando las prendas pero pone mala cara y se acerca a nosotros para corregirnos como las estamos doblando, ya que parece ser que no es la forma correcta.

La tarde sigue transcurriendo mientras Alex y yo seguimos trabajando de un lado para otro y de vez en cuando hablamos de algunas cosas sin mucha importancia, pero lo realmente raro de la tarde es que no me acuerdo ni un solo segundo de Diego mientras tengo cerca mía a Alex aunque de quien si me acuerdo a cada segundo que pasa es de Mike, que cada vez tengo mas ganas de verle. Esta puede que este siendo la mejor tarde de mi semana ya que no he tenido ganas de llorar ni un segundo y tampoco ha aparecido Diego para hacer uno de sus comentarios y jodérmela.

-Me gusta como te queda el pelo rizado- dice de repente Alex a la vez que me sorprende su amable comentario y porque pensaba que no se había dado cuenta de mi cambio de look respecto al otro día que nos vimos-. La verdad es que hoy estas realmente guapa.

-Gracias- le respondo sonriendo mientras también me empiezo a  poner un poco colorada.

-Seguro que te has puesto tan guapa por algún chico, ¿verdad?- añade mientras se me queda mirando, logrando sorprenderme de nuevo porque este comentario si que era el que menos me esperaba.

-Va a ser que en esto te equivocas- digo finalmente sonriendo tras pensar durante un rato que decir-. Bueno, la verdad es que siempre que me arreglo es porque hay alguien de por medio pero en esta ocasión no es así.

-¿Ah no?- pregunta curioso-. Y, ¿esta vez a qué se debe? Si puede saberse claro- concluye guiñándome un ojo.

La verdad es que este chico sabe como sacarme realmente los colores pero, por muy agradable que este siendo conmigo y por muy atractivo que sea también, en esta ocasión solo se va a quedar esto en nada más que unas simples palabras y a lo mejor puede que una amistad.

-Pues todo esto la verdad es que sí tiene que ver con algunos chicos pero no como tú te piensas porque últimamente me han hecho sufrir mucho, por eso mismo hoy he decidido ponerme guapa y no para gustarles a ellos si no para gustarme a mí- le respondo finalmente aunque deseando cambiar de conversación.

-Eso me gusta, pero…- dice aunque en esta ocasión no sonríe- si algún chico ha conseguido hacerte daño entonces no merece la pena y no debe conseguir que tu derrames ni una sola lagrima por él- añade volviendo a acariciarme la mejilla mientras me vuelve a sonreír.

-Tienes razón pero los acontecimientos no son tan fáciles como decir unas cuantas palabras- le contesto intentando apartarme de nuevo, no porque no me sienta a gusto en su compañía sino porque no quiero tener a otro chico que aparezca en mi vida y también me haga daño-. Gracias por tus palabras, has sido muy agradable- añado sonriéndole yo también.

Los minutos siguen pasando y cada vez se me hace más eterna la tarde aunque cuente con la compañía de Alex, pero en realidad siento que cada vez tengo más ganas de que se acabe el día y poder volver a ver así a Mike a la mañana siguiente. Pero hay una gran complicación en todo esto, van pasando los días y yo todavía no he pensado en qué decirle a Diego para que nuestra relación se termine y las cosas acaben bien entre nosotros, sin ningún problema. Debo pensarlo rápidamente para así poder seguir con mi vida y no tener que pensar más en el cuando quiera hacer cualquier cosa. Aunque me da que para poder terminar aquello que empezó hace tanto tiempo tendré que esperar a la semana que viene ya que este fin de semana no quiero pensar en nada relacionado con ello, sino que quiero disfrutar al máximo con mi prima después de tanto tiempo sin verla.

De repente mi felicidad aumenta cuando miro el reloj y compruebo que tan solo me quedan quince minutos de trabajo, por lo que cojo fuerzas y empiezo a colocar toda la ropa que aun esta descolocada y atiendo a los últimos clientes que se encuentran por aquí.

Cuando ya tan solo quedan cinco se nos acerca la señorita Claudia para decirnos que ya podemos ir preparándonos para irnos.

-Bueno, pues espero volver a verte muy pronto Sandra- me dice Alex acercándose a mí cuando ya me dirija hacia el almacén a guardar una caja llena de ropa y a quitarme la camiseta de la tienda-. He pasado una agradable tarde en tu compañía.

-Yo también lo he pasado bien- respondo mientras se acerca a darme dos besos de despedida-. Ya nos veremos en otra ocasión- añado dirigiéndome de nuevo hacia el almacén para acabar finalmente mi jornada laboral.

Coloco la caja con la ropa en un rincón y me dirijo a mirarme en un espejo que encuentro para colocarme el pelo. Después me escondo un poco entre las cajas para cambiarme de camiseta y que nadie me vea, pero aun así una persona logra sorprenderme cuando menos me lo espero.

Alguien se acerca sigilosamente a mi cuando me encuentro de cara a la pared, me tapa dulcemente los ojos con sus grandes manos y me da un suave beso en la mejilla que consigue ponerme los pelos de punta ya que nadie me ha dado nunca un beso de esta forma tan bonita.

-¡Hola princesa!- me dice al oído en un susurro-. ¿Sabes quien soy?- añade a la vez que reconozco su voz, esa voz que tenía tantas ganas de oír, esa voz que he anhelado a cada segundo de este día, esa voz que tanto me gusta y que siempre consigue llenarme de felicidad, esa voz que esta consiguiendo que finalmente termine enamorándome poco a poco de su portavoz aunque a veces intente luchar contra ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario